Cambio, todo es cambio y todo cambia constantemente. Marzo es uno de los meses que más rápido se nos echan encima al ser febrero el mes más corto.
Nos creemos que acabamos de empezar el año y sin apenas darnos cuenta, ¡boom! Ha llegado Marzo. Y todo cambia, el clima cambia, la luz del día cambia, las flores de los almendros cambian…En mi caso Marzo es el nacimiento de mi primer bebé, así que el cambio, es aún más evidente.
Y cuando observo esto, me doy cuenta de los seres humanos tenemos en mayor medida, resistencia al cambio. Incluso miedo algunas veces. Aunque los cambios sean para bien, tendemos a querer que las cosas sigan siendo tal cual son, nos aferramos a lo que tenemos por el miedo a lo desconocido, a no tener el control, no estar a la altura, no saber reaccionar.
Esta resistencia al cambio nos hace sufrir y nos impide avanzar en la dirección que queremos. Yo he sido un ejemplo de esto en los últimos meses. Todo el esfuerzo durante el embarazo por dejar mi situación profesional lo más atada posible, preparar un ambiente laboral estable para los meses que estuviera de baja de maternidad pudiera mantener mi situación profesional …han sido una carrera en contra natura que me han llevado al agotamiento.
Hay una frase que siempre me ha gustado que es:
“Lo que resistes, persiste, y lo que aceptas, te transforma”
Durante meses mi sensación ha sido la de luchar, la de hacer todo lo posible por resistirme a que las cosas cambien.
Y sin embargo, es el momento de mayor cambio (y más deseado de mi vida): mi cuerpo cambia, mi relación personal cambia, mi actividad profesional cambia y hasta que no he sido consciente de que lo único que podía hacer era aceptar, dejar de resistirme y entregarme a ese cambio…no he soltado esa sensación de lucha para entrar en la de la celebración y la curiosidad por el cambio.
Las cuatro «R» de la adaptación profunda, para cuidarnos más
Leyendo uno de los libros que me están acompañando durante el embarazo, Maternalmente, Mindfulness para un embarazo y crianza conscientes de mis maestros Andrés Martín Asuero M. Teresa Oller, descubrí un capítulo muy interesante y quiero compartir con vosotros hoy que habla precisamente sobre cómo adaptaré a los cambios profundos, basado en Las cuatro «R» del Profesor Jem Bendell (Estratega y educador en cambio social)
El profesor propone cuatro preguntas para ayudar a guiar nuestra indagación sobre qué tipo de adaptación puede ser apropiada para nuestras vidas ante situaciones de cambio:
Resistencia: ¿qué es lo que más valoramos que queremos conservar y cómo?
Dentro de la resistencia al cambio, hay cosas que nos hacen bien y no tienen por qué cambiar.
Es decir, se trata de reflexionar sobre cómo afrontamos los cambios y ajustes en el ámbito personal, familiar, laboral, etc.
Reconocer qué hábitos, personas, prácticas, etc. me sirven en este momento para estar mejor y qué hay que hacer para que sigan estando presentes en mi vida.
En mi caso, mi principal foco está en conservar la buena relación que tengo conmigo misma (en mi vida generalmente priorizo sacar tiempo de cuidado personal y esto para mi es muy importante) Así que es algo que espero poder conservar, aunque adaptándome a las circunstancias, durante la maternidad.
Renuncia: ¿qué debemos soltar para no empeorar las cosas?
Implica una decisión voluntaria y consciente de dejar de hacer alguna actividad, de soltar una relación personal tóxica, de cambiar algún hábito que puede ser perjudicial.
Se puede indagar sobre qué debemos dejar, soltar, abandonar para no perjudicar la salud física y psicológica. Revisar los hábitos personales, especialmente los relativos a la alimentación, el ejercicio, el descanso…
En mi caso, ahora mismo y aunque me costaba verlo, ese soltar tenía que ver con la parte profesional, soltar el control y aceptar los cambios que lleguen como parte de una decisión de vida que ahora mi invita a vivir algo mucho más importante que el trabajo. Ser mamá.
Restauración: ¿qué podríamos traer para ayudarnos en estos tiempos de cambio?
Recuperar todo aquello que nos hace bien y nos hace sentir bien. Revisando el pasado y viendo qué podríamos recuperar, reponer o traer de vuelta para ayudarnos con estos tiempos de cambio.
En mi caso por ejemplo el embarazo ha sido una oportunidad para volver a nadar, un hábito abandonado que no recordaba lo bien que me hacía sentir.
Reconciliación: ¿con qué y con quién necesitamos hacer las paces?
Implica una oportunidad para reflexionar sobre con quién o con qué queremos hacer las paces.
A veces no se trata de personas, sino de experiencias que hemos vivido y necesitamos soltar. En estos casos, explorar el perdón como una vía para la reconciliación puede ser liberador. Quizá es perdonar a otro, pedir perdón o perdonarse a uno mismo por algo de nuestro pasado.
Estos días, a punto de dar a luz me están removiendo cosas del pasado y está siendo muy liberador aplicar el perdón a algunas personas e incluso a mí misma en algunos capítulos de mi infancia. Además, creo que esto nos puede ayudar a afrontar los cambios sin arrastrar los errores del pasado.
“Quizá no es posible evitar que las cosas cambien, pero siempre es posible cuidarse de forma que podamos recurrir a nuestros recursos personales para afrontar con eficacia los cambios”
PHI Pregnancy
De ese deseo interno surge el programa que con tanto amor he creado en estos últimos nueves meses y que hoy por fin os presento, PHI Pregnancy, para afrontar los cambios físicos, mentales y emocionales que se producen en el embarazo
PHI Pregnancy es programa creado desde mi conexión más profunda con los cambios que se producen en las distintas fases que se viven en el embarazo y mi deseo y trabajo por adaptarme a ellos, fusionada con mi experiencia como entrenadora y coach de mindfulness, para seguir disfrutando de salud y vitalidad en todo el proceso.
En un embarazo saludable, la evidencia científica avala que el ejercicio físico y la meditación tienen numerosos beneficios tanto para la madre como para el feto y que los hábitos de vida que llevemos en el embarazo pueden tener una influencia muy positiva en la salud del futuro bebé.
Sin embargo, al ser un momento tan delicado y que implica tantos cambios fisiológicos y procesos emocionales, estas prácticas deben estar completamente adaptadas a cada momento que vivimos. En PHI PREGNANCY cada entrenamiento, cada meditación, cada rutina surge de la conexión más íntima y respetuosa con lo que cada mamá vivimos en este momento.
Asesorada por grandes profesionales en el embarazo para crear un programa respetuoso con el cuerpo, tratándonos con amabilidad, pero sin considerarnos limitadas. Se trata de sacar todo nuestro potencial y llegar lo mejor preparadas posible a los verdaderos retos que tenemos por delante, el parto y la maternidad.
“Con PHI PREGNANCY, te prepararás para abrirte al amor incondicional del bebe que viene, celebrar el momento de vida y vivirlo de manera única y especial”
Gracias Victor @fotografiavictorlinares por esta sesión de fotos tan mágica y especial en un momento tan importante de nuestras vidas.
Gracias a todos por acompañarme en este proceso.
Pau